AVENTURA EN EL HOSPITAL
Aquella noche cuando cenaba en el hospital, no pensé lo excitante que esta sería.
Como de costumbre eran las 08:00 de la noche cuando ingrese a la fila del restaurante del hospital, en la cabeza de la fila se encontraba él, con cuerpo atlético y una hermosa cara, además de una encantadora sonrisa, lo mire de pies a cabeza y me encanto, el me miro y se sonrió, yo no pude evitar el sonrojarme, y a la vez sentirme un poco incomodo, así que correspondí a su sonrisa con una mía. Pago su comida y se sentó en las mesas de la cafetería, yo no lo dude ni un momento y me senté en la mesa que estaba al frente de él, empezó a comer lentamente, bocado a bocado sin dejar de mirarme, bebía con sensualidad la botella de refresco que tenia en la mano, y yo como un idiota no dejaba de mirarlo con entusiasmo. De pronto se levanto de su mesa y se dirigió a la mía, me pregunto que si yo trabajaba en el hospital....a lo que yo le respondí que si....que trabajaba en el otro edificio del hospital, yo le pregunte lo mismo y me dijo que si, que era fisioterapeuta, continuamos charlando durante un buen rato sin dejar de mirarnos y de sonreír el uno al otro. Cuando terminamos la cena le invite a que me acompañara al consultorio de enfermería. Una ves allí yo aproveche un pretexto para decirle que yo también sabía realizar masajes, a lo cual el respondió con una caricia a lo largo de mi cuello y espalda con unas manos tan suaves que yo comencé a calentarme y excitarme rápidamente, Gabriel, que a si se llamaba, le insinué que se quitara la camisa y soltara un poco más sus pantalones para poder masajear mejor, así lo hizo.... Empecé a resbalar mis manos hasta sus nalgas a lo cual el repondío con una exclamación de placer y gozo, se calentaba y excitaba cada vez más y más, sus nalgas apretaban y soltaban y su pene se comenzaba a poner duro como una roca, yo le convide a bajar un poco más sus pantalones y ropa interior.... y crean me el calentón que teníamos era extremo.... Luego le dije que habían puntos de tensión que tenían que ser controlados y él sintió cuando mi mano se deslizo entre sus nalgas y toque su punto perineal, lo presione suavemente, él pregunto si había otro punto y yo respondí que si, y acerque mis dedos a su ano el cual ya estaba mas que dilatado de lo caliente y excitado que estaba.
Allí yo le insinué que este punto estaba hacia el interior de su ano, que estaba caliente, él me exclamo que se lo enseñara, que él no tenia ningún problema, le introduje mi dedo con mucho cuidado pero con gran firmeza....Él por dentro pensaba que quería mi pene entro de él.
Luego le dije que se quitara la ropa que le masajearía todo su cuerpo, él lo hizo de forma inmediata y se puso mas cómodo, se quito toda la ropa y zapatos, se acostó de pecho contra la colchoneta de la camilla de enfermería, giro su cabeza y observo como mi enorme y viril pene salia de mi bata de enfermero, él se giro y lo tomo con sus manos lo llevo a su boca para chuparse mi gran miembro. Estubo así un largo rato, yo sentía como lo introducía hasta el fondo de su garganta mientras con una mano acariciaba mis testículos y con la otra mis nalgas, lo introducía y lo sacaba con gran avidez, la sensación de placer era genial y super excitante.
Posteriormente se puso como los morteros, en cuatro patas, y me pidió que le penetrara, yo lo hice con una suavidad y una locura inmensa, él se sentía reventar con mi pene dentro de su culo, gemía de placer, estuvimos así por largo rato, sus exclamaciones de placer eran cada vez mas intensas, luego se volteo y tomo mi pene de nuevo y comenzó a chuparlo intensa y fuertemente hasta que estaba a punto de correrme, él noto mi grado de excitación y sin mas dilación hizo que me corriera en su pecho y depositara mi leche en él. Luego me puse de rodillas y era yo quien se lo chupaba con intensidad, estaba tan excitado que no tardo en ser él quien se corría sobre mi pecho y me bañaba con su leche. Esa noche fue espectacular, nos besamos por otro lapso de tiempo y después de ducharnos salimos a la cafetería donde todo había comenzado.
Quien me hubiera dicho a mi que aquella fría noche de primavera la pasaría tan bien.
JOHNNY